Durante los meses de invierno el viñedo descansa, pero nosotros no. Es el momento perfecto para cuidar las raíces, nutrir el suelo y realizar los trabajos de poda.
Para explicaros los trabajos de invierno nos hemos ido hasta las parcelas de Torrosillo y Zaloña, en el pueblo de La Horra, donde realizaremos 3 trabajos.
- Poda de invierno
- Abonado de invierno
- Picado de palos
La poda de invierno se define como la reducción de una parte vegetativa de la planta para limitar su producción y asegurar la calidad del año en curso. Para ello es importante entender las partes de la vid.
Durante la poda esculpimos la viña, eliminando las ramas que se han formado durante el último año y se dejan los pulgares con dos o tres yemas, de donde brotarán las nuevas ramas dentro de unas semanas.
En Figuero entendemos el suelo como parte fundamental en la calidad de nuestro viñedo, un suelo vivo es un suelo sano. Por ello el abonado de invierno es fundamental, es nuestra forma de devolverle al suelo los nutrientes que nos ha entregado durante todo el ciclo vegetativo.
Por último, las ramas que se han eliminado durante la poda se pican y se devuelven al suelo como abono natural. Este proceso se denomina picado de palos.
Todos los trabajos que realizamos en el viñedo son de carácter ecológico, buscando la autosuficiencia de la planta y de dotarle de las herramientas necesarias para que sea capaz de desarrollarse de manera autónoma durante todo el ciclo.