Como cada primavera la vid vuelve a deleitarnos con su inicio de ciclo. Es importante saber que la vid tiene un ciclo vegetativo anual, lo que significa que solo hay una cosecha por año tras la que la planta entra en estado de reposo.
La viña por debajo de 10ºC no puede desarrollarse, por lo que en nuestro pueblo, La Horra, puede entrar en reposo a partir de Noviembre.
Durante el reposo vegetativo de la vid vamos a realizar una serie de “trabajos de invierno“, que consisten en cuidar las raíces, realizar los trabajos de poda y nutrir el suelo para acoger un nuevo régimen de lluvias.
La poda es el primer trabajo que se realiza directamente sobre la vid con el fin de equilibrar la producción de la planta. Este trabajo consiste en cortar las ramas del año anterior.
Con el incremento de las temperaturas, sobre el mes de Febrero la planta comienza a reactivarse y la savia vuelve a recorrer la planta hasta llegar a los cortes que se han realizado durante la poda. En este momento podemos ver como las pequeñas gotas de savia caen en forma de gotas.
Es por ello que definimos el inicio del ciclo vegetativo con el “lloro”. Con el paso de los días empezarán a surgir las primeras yemas de este nuevo año, de las que nacerán las ramas, hojas y fruto.